¡Tu web se ha caído! ¿Ahora qué?

La caída de la web de Amazon el Amazon Prime Day es el ejemplo más reciente de una web que se cae debido a una mala planificación. Al no haber preparados suficientes servidores que pudieran con el tráfico anticipado, los clientes que visitaron al colosal vendedor de Internet se encontraron con mensajes de error, lo que costó a Amazon y a las empresas que venden en su plataforma innumerables ventas perdidas.

En realidad, estas cosas pasan todo el tiempo, sólo que no siempre de un modo tan público. Las razones más probables de que un sitio web esté caído suelen ser:

• Errores de plugins o extensiones
• Errores en la programación
• Problemas con el proveedor de hosting
• Ataque de virus o hackers
• Pico de tráfico
• Caducidad del dominio

Aunque podrías pensar que el que tu web esté inoperativa algún tiempo no es demasiado grave, nada más lejos de la realidad. Imagina unos grandes almacenes o un supermercado que cierra sus puertas en mitad del día. Lo mismo ocurre cuando tu web se cae: el tráfico se detiene temporalmente, con lo que las transacciones también. Ello da lugar a una experiencia pobre para los clientes que puede afectar negativamente a la afinidad con tu marca y futuras decisiones de compra.

Así pues, la pregunta no es si las caídas son algo malo sino qué deberías hacer cuando ocurra una y cómo puedes evitarlas en primer lugar. Sigue leyendo para averiguarlo.

Ninguna web es inmune

Por desgracia, las caídas parecen ser un problema inevitable cuando uno hace negocios en Internet y las máquinas con piezas móviles pueden y suelen fallar.

Ya hemos mencionado el gran desastre del Amazon Prime Day, pero lo cierto es que Amazon no es la primera (ni será la última) gran empresa que sufre una caída durante un evento muy promocionado. La web de J Crew se cayó durante el Ciberlunes, igual que la australiana Click Frenzy durante su propia versión de este día de ventas digitales. La lista de vendedores a los que les ha ocurrido lo mismo es extensa.

Encuestas han demostrado que la mayoría de las empresas Fortune 500 sufre algunas caídas del servicio regularmente. Dependiendo del tamaño de la empresa, esto podría costar cientos de miles de dólares en ingresos perdidos, por no mencionar los costes adicionales de arreglar los problemas y el daño residual a la reputación de la compañía.

Lo que realmente importa es que sepas qué hacer cuando ocurra una caída y cómo evitar que éstas se den con demasiada frecuencia – especialmente en momentos que podrían ser clave para los ingresos de tu empresa.

Qué hacer cuando tu web se cae

Las estadísticas dicen que tarde o temprano tu web se va a caer; sólo es cuestión de tiempo. Tanto si se debe a un ambiente extremo en tu centro de datos como si es debido a un error en una línea de código larga, ¿qué puedes hacer?

Comprueba si la web realmente está caída

Lo primero que tienes que hacer es comprobar si la web realmente está caída. En ocasiones ocurre que pierdes la conexión a Internet, o que tu WiFi tiene contratiempos, o que estás viendo una versión cacheada de la web o muchas otras cosas que pueden reproducir los “síntomas” de una caída. Actualiza la página, prueba un navegador diferente y reinicia tu ordenador antes de entrar en pánico.

Ponte en contacto con tu empresa de hosting

Si tu web realmente está caída, tienes que ponerte en contacto con tu departamento informático inmediatamente y averiguar dónde está el problema para poder tomar las medidas necesarias para solucionarlo. Afortunadamente, los mejores servicios de hosting web ofrecen asistencia las 24 horas y te ayudarán a que todo vuelva a funcionar en poco tiempo.

Detén tus campañas

Mientras tanto, frena el tráfico todo lo que puedas. Lo último que te interesa es que clientes potenciales visiten tu web haciendo clic en un anuncio de pago por clic o email que has enviado y se encuentren que está caída. Pausa tus campañas y vuelve a ponerlas en marcha sólo cuando hayas confirmado que tu web funciona correctamente de nuevo.

Qué no hacer

Igual de importante que saber qué hacer, es saber qué no se debe hacer. Muchos propietarios de sitios web suelen tomar medidas inútiles y potencialmente dañinas cuando se encuentran con que su web no está operativa.

Entrar en pánico

Lo último que te interesa cuando se cae tu web es perder la cabeza. Como hemos mencionado, las caídas son algo que ocurre a todo el mundo en un momento u otro. Respira hondo y sigue los consejos de arriba para que puedas trabajar proactiva y rápidamente en una solución.

Cambiar de hosts inmediatamente

¡No tires a la basura un gran servicio de hosting debido a un contratiempo inevitable (uno que probablemente sufrirás en algún momento independientemente del servicio de hosting que elijas)! Por supuesto que te interesa evaluar tu servicio de hosting, así que pregúntate si estás contento con el servicio en general. Considera la frecuencia con la que se cae tu web (los motivos de ello) y qué otros beneficios tiene trabajar con tu proveedor actual. Tras pensarlo cuidadosamente tal vez decidas que lo mejor es deshacerte de un servicio malo y buscar otro que realmente merezca tu dinero.

Ignorar el problema

Fingir que el problema no existe no hará que desaparezca. De hecho, sólo empeorará las cosas. Respeta a tus clientes como se merecen y trata el asunto con urgencia. Ve a tus redes sociales o envía un email a los contactos de tu lista. Independientemente de cómo te pongas en contacto, asegura a tus seguidores que estás al tanto del problema y trabajando en él; ello hará que tus clientes tengan más respeto por ti que si ignorases el problema.

Cómo evitar que se caiga tu web

Otro punto clave cuando se habla de caídas de sitios web es qué se podría haber hecho de antemano para evitarlas. Aunque ocurrirán tarde o temprano (esperamos que con poca frecuencia), suelen ocurrir debido a negligencia por parte del host o del propietario de la web. A continuación te mostramos algunas medidas importantes que puedes tomar para evitar que aparezca la horrible página “No se puede acceder a este sitio web:

Prepárate

A pesar de tener una gran cantidad de personal, estadísticas de años anteriores y suficiente dinero como para dirigir un pequeño país, Amazon cometió el mismo error garrafal que muchos otros: no estar preparado. Si vas a lanzar una gran promoción o un producto nuevo o crear una gran anticipación de alguna forma, asegúrate de que tus servidores son capaces de gestionar un nivel de tráfico mayor del habitual. Además, asegúrate de que cuentas con asistencia informática disponible en caso de ocurrir lo inesperado.

Actualiza y haz tests

A menudo, los sitios web se caen debido a un simple bug en el software. Constantemente se lanzan actualizaciones para arreglar dichos bugs, por lo que puedes evitarte muchos problemas manteniéndote al día con todos tus programas y software. Los nombres de dominio caducados son una razón increíblemente común de que muchos sitios web se vuelvan inoperativos; ahórrate la vergüenza y asegúrate de que tus dominios se renuevan a tiempo.

Además, prepárate de antemano y asegúrate de que cualquier cambio en el código del sitio web se comprueba doblemente en diferentes navegadores y dispositivos antes de ver la luz y antes de una gran venta o promoción. Un error de sintaxis simple es todo lo que hace falta para desmantelar las marcas de Internet más poderosas.

Sube a la nube

Usar un servidor basado en la nube minimiza la probabilidad de que ocurran caídas. ¿Por qué? Porque los servidores varían sus prestaciones por sí mismos automáticamente para gestionar la carga que tiene la web en cada momento. Así, si tienes un flujo de visitantes repentino, el servidor basado en la nube ayuda a evitar lo que de otro modo podría ser un evento devastador.

¿Desastres? No necesariamente.

A nadie le gusta acudir a una página y ver que se encuentra fuera de servicio, y ahora tienes las herramientas para asegurarte de que a tus clientes no les ocurre. Prepárate, comprueba los límites de tu hosting y mantén tus sistemas al día para evitar ese disgusto. ¿Y si ocurre? Mantén la calma y ponte manos a la obra. Tu web estará operativa en menos que canta un gallo.